Durante gran parte de la 2ª evaluación los alumnos de la materia de Iniciación Profesional de Imagen (3º ESO B, C y D) se han enfrentado a un gran reto: llevar a cabo el Proyecto FOTOGRAFIAR 30 DÍAS (en este caso usando la cámara del móvil).
Este está basado en un proyecto fotográfico muy conocido y desarrollado por muchos fotógrafos, el Proyecto 365 días.
La filosofía de nuestro trabajo de clase ha sido la misma: no hay un tema obligatorio ni definido, podemos seleccionar un abordaje concreto o elegir sólo un tema, un lugar, una hora del día, o simplemente dejarnos llevar por la sorpresa de lo que encontraremos en cada jornada. Muchas veces se comienza con una idea y al cabo de pocos días ese encuentra una que nos sugiere más y abandonamos la primera; otras veces el proyecto va evolucionando hacia la forma de diario personal; en otras ocasiones la dirección original permanece, pero enriqueciéndose con pequeños hallazgos y giros de guión.
El proyecto presenta varias dificultades, la más visible es que, todos, absolutamente todos los días debemos hacer al menos una fotografía (podemos hacer más para tener dónde elegir -recomendado-), y si no podemos o nos olvidamos, hay que comenzar de nuevo el trabajo desde el inicio, desechando todo lo que ya llevamos trabajado.
Otras dificultades a vencer son: la falta de inspiración, las carencias técnicas, la pérdida de fotos, la falta de voluntad o la pereza.
Los objetivos que se persiguen con este Proyecto Fotografiar 30 días son varios y creo que todos han sido logrados en mayor o menor medida:
- Reflexionar sobre el hecho fotográfico en la actualidad y apreciar la práctica fotográfica como modo de reflexión sobre nuestra realidad cotidiana.
- Aprender los distintos usos del lenguaje fotográfico.
- Planificar y llevar a cabo los detalles de un proyecto artístico con rigor y constancia.
- Hacer frente a las adversidades y adquirir capacidad de reacción para ver lo positivo en las circunstancias negativas.
- Formar una mirada personal sobre el mundo, apreciando la individualidad de cada uno.
- Ser consciente de la multiplicidad de miradas y sentirse como uno más de la comunidad humana.
- Desarrollar la creatividad a base del trabajo diario y valorar el desarrollo y evolución de las ideas mediante el esfuerzo continuo.
- Dignificar la labor del artista y del fotógrafo siendo consciente de la cantidad de trabajo, horas y compromiso que hay detrás de sus proyectos.
- Ser capaces de editar (seleccionar las imágenes más relevantes según el mensaje que estemos construyendo) y revelar (mediante programas de tratamiento de imagen) nuestras fotografías.
- Ser capaces de preparar nuestras imágenes correctamente para los procesos de impresión y optimización de los materiales.
- Encontrar la manera adecuada de mostrar el trabajo, conociendo y valorando las diferentes técnicas expositivas.
- Disfrutar con el hecho artístico y la expresión de la personalidad propia.
- Aceptar y comprender las distintas motivaciones de los alumnos y compañeros.
“Hubo un día en que eran las once de la noche y se me había olvidado, estaba en la cama y me acordé de repente: tuve que hacerla esa noche, no fue una gran foto.”
“Al principio era fácil ya que tenía muchas ideas, pero con el paso de los días se iba haciendo cada vez más difícil porque se agotaban las ideas”.
“Al ser mi primer trabajo más o menos en serio no son muy buenas fotos, pero si hago más intentaré hacerlas mejor”.
“El proyecto cuesta porque es un trabajo continuo y tiene que seguir una rutina diaria, me ha hecho desarrollar mi creatividad y ser más constante en el esfuerzo”.
“Mi proyecto no se “enfoca” en un tema concreto: a lo largo de los días he intentado “descubrir “mi tema”, ha sido un reto”.
“Mi proyecto se centra en la luz, siempre intentaba buscar la fotografía perfecta pero nunca era “suficiente” para mí, así que tenía que sacar muchas”.
“Este proyecto ha sido una experiencia rara, extrovertida y muchas veces desesperante. Me gustaría hacer el proyecto original, el de 365 días”.
“Lo hice en blanco y negro porque quise dar a ver lo triste que puede llegar a ser mi mundo aunque siempre me estoy riendo y parezco feliz”.
“Este proyecto me ha animado a hacer otro durante el verano. Personalmente me ha gustado mucho, también he aprendido a editar las fotografías y usar los programas de edición”.
“Mi proyecto 30 días es sobre mi día a día, lleno de color. Me ha costado mucho ser constante con la foto diaria. Me ha gustado mucho, hubiera estado chulo hacerlo durante todo el curso”.
“Mis fotos tienen mucho color y por eso me gustan tanto, quiero reflejar con ellas que la vida es muy bonita y hay que vivirla”.
“Ha sido una gran experiencia ver la evolución de las fotos y luego poder ver el resultado. Aunque al principio me costó mucho empezar, finalmente me puse serio, quise hacer las cosas bien y estoy satisfecho”.
“Era fácil y a la misma vez difícil todos los días tener que hacer una foto sin que se te olvidase: empecé mal, pero poco a poco fui cogiendo ritmo de trabajo. No me gustaba estar todos los días echándole fotos a algo importante o que me gustara, pero tenía que hacerlo para aprobar”.
“Se me rompió el móvil y perdí todas las fotos. Luego intenté hacer el proyecto de 24 horas pero era imposible, me quedaba dormido. No terminé”.
“Me puse la alarma en el móvil para acordarme todos los días de hacer la foto, al principio se me hizo pesado, después divertido. Tanto que me compré una cámara de fotos buena, de estas de marca, y cuando empiece el año 2016, voy a empezar el proyecto original de 365 días”.
“Me he divertido no-haciendo fotos. No he sido capaz de hacer el proyecto”.
“Estoy muy orgullosa de la clase, todos de alguna manera han sido conscientes de la dificultad de realizar un proyecto artístico, en este caso fotográfico: además de ilusión, ganas, constancia y trabajo, hay que ponerle cabeza y corazón.”
Elena Sánchez Solís
Profesora del Departamento de Dibujo
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